Desde El Partido Conservador rechazamos y condenamos las amenazas de muerte, intimidaciones y descalificaciones personales, de las cuales están siendo víctimas los ocho congresistas de la comisión VII (Nadia Blel, Esperanza Andrade, Miguel Ángel Pinto, Lorena Ríos, Berenice Bedoya, Ana Paola Agudelo, Honorio Henríquez y Alirio Barrera) luego de la radicación de la ponencia de archivo a la Reforma Laboral promovida por el Gobierno.
En una democracia existe el derecho a opinar y fijar posiciones de manera libre, pero en el marco del respeto y la verdad. El Congreso de la República es el escenario natural en el que se debate sobre los proyectos de ley, lo cual debe hacerse con base en argumentos técnicos y evidencias ciertas, no generando relatos para minar la dignidad del contrario o buscar restarle criterio a sus decisiones como lo han hecho con las senadoras de este grupo, por el hecho de ser mujeres.
Hoy exigimos a las autoridades brindar todas las medidas de seguridad para los congresistas dentro y fuera del capitolio. NO se puede tolerar una persecución por tener posiciones contrarias al Gobierno, por ello, reiteramos nuestro llamado a que se permita el debate libre e independiente en los próximos días.
La sociedad debe rechazar las vías de hecho, la violencia verbal, física o las amenaza que afecte el ejercicio democrático del legislativo. Desde el Partido Conservador, seguiremos respaldando la decisión firme de pedir el archivo de una Reforma Laboral que generaría la pérdida de 500.000 empleos, acabaría con los pequeños y medianos empresarios, que no promueve la formalización y no tiene fuentes de financiamiento.